Igual que la madera se termina convirtiendo en polvo, nuestros sentimientos y experiencias lo harán con nuestro cuerpo, a menos que lleguemos a compartirlos con alguien.
sábado, 31 de julio de 2010
Siete vidas tuvo el gato
Siete son sus canciones. Seis sus suaves caricias. Cinco el entrecruzar de nuestros dedos. Cuatro las miradas apasionadas. Tres sus acuciantes susurros. Dos sus hermosos ojos. Y un único beso que añora pensando en que siete vidas es poco.
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