jueves, 22 de julio de 2010

Perfiles P3 (Final -largo)

La salida daba a una pequeña pradera que continuaba hasta una especie de acantilado. La brisa era suave y el tiempo adecuado. Los pies del señor degustaron una aterciopelada alfombra que se continuaba unos metros más adelante hasta una especie de trono negro de un material metálico. A un lado de este, una silla colocada milimétricamente y mirando hacia el horizonte, al igual que el trono, donde la luna se alzaba esplendorosa bañándose entre las estrellas de verano.
El señor se acercó posando lentamente su bastón. Pasó ambas silla y trono, a la vez que la cabeza de la persona sentada se giraba hacia él. Esperó hasta que el señor se giró y se retiró la caperuza.
Este, no aparentaba más de una veintena años, pero parecía tener mil más. El pelo era blanco y sedoso, cayendo largo por su espalda y hombros. Un rostro con ojos negros hundidos, y piel extremadamente blanca y desgastada, se mantenía sobre un débil cuerpo encorvado.
-Bienvenida a mi hogar. Espero que te haya resultado cómodo el viaje – saludó el demacrado joven.
-No sé cual es tu concepto de comodidad – dijo con tono crispado una mujer morena de pelo largo – Y menos de hospitalidad – volvió a decir mirándose las ataduras de manos y pies a la silla.
-Es por seguridad, te necesito esta noche conmigo… hermana. Ahora que estoy aquí, podemos desatarte, y dar un paseo – al decir esto, unos guardias cortaron sus ataduras, y la levantaron bruscamente por los hombros. La mujer se zafó con unos manotazos, y caminó hasta su hermano. Era una preciosa mujer morena de ojos verdes que emanaba unas sensaciones de bienestar inigualables.
Al acercarse, su hermano dio unos pasos hacia atrás.
-Me ciegas, hermana. Veo que sigues estando como siempre, y cada vez más bella.
-Y tú, hermano, cada vez más muerto – arremetió la mujer morena.
-Caminemos… - impuso, a la vez que ignorando su comentario.
Empezaron a caminar hacia el risco. Al ir acercándose pudo comprobar que el acantilado era en realidad una especie de valle, que daba a una ciudad. En la noche, esta ciudad brillaba intensamente por la cantidad de luces encendidas en todos los lugares. Una gran urbe muy parecida a la de la maqueta, casualmente.
-Antes aquí había un bosque y un lago. ¿Lo sabías, hermana?
-Me lo contó Madre.
-¿Por qué ahora no está? ¿Lo sabes? – increpó.
-Construyeron sobre él, y contaminaron el lago, pero estoy seguro de que eso ya lo sabías. ¿A dónde quieres llegar?
-¿Por qué tanta indiferencia cuando le están haciendo daño a Madre?
-Ya sabes lo que dijo acerca de esto. Es inevitable, solo somos observadores, imprescindibles para que todo siga y se equilibre.
-Eso es mentira, podemos interactuar, Esperanza. Todo era mentira, nos engañaron, ¿y todo para qué? ¿Para ver como nuestras raíces se pudrían por culpa de una egoísta plaga que pisotea la vida? – se exaltó el joven, mientas cortaba el aire con una siniestra mirada a su hermana.
-No lo hagas, Víktor. Bastante has hecho sorbiéndoles los sesos a esas personas que te siguen. Haz caso a Madre, y deja que todo conti…
-¡No! No…Después de tanto tiempo, este gran día, los peores enemigos de todo lo vivo sufrirán lo que es perder lo único que les mantiene con vida, hermana. ¿Y sabes qué es?
-Ya entiendo a qué se refería Madre cuando me hablaba de ti y me decía que no dejara alimentarte entre las personas. Siempre tuve esperanza en ti, y qué ironía, que sea eso lo que quieras quitarle a la humanidad. Cuando lo hagas, no solo acabarás con ellos, sino con todo. Matarás a tu madre.
-Mientes, una y otra vez. ¿Crees que me gusta en lo que me he convertido? ¿Crees que esta locura que me consume es de mi placer? Te equivocas, sentir como Madre gritaba, sus alaridos de dolor son lo que me han demacrado, lo que me han hecho alimentarme del odio de ese cáncer que la está corroyendo.
-Madre es sabia, por ello permite que ellos vivan sobre ella. Sabe lo que hace, y nos crió para preservar todo lo que habita en ella. Somos parte de ella, al igual que esos que quieres exterminar.
Esperanza mantenía la mirada fija en su hermano, que parecía desquiciado ante las palabras de su hermana. Se le clavaban lentamente por su cuerpo, como si fuesen cuchillos. Cada sílaba le hacía sentir más seguro de que tenía razón. Se giró, ondeando la capa, dejando a su hermana detrás y volviendo a mirar a la iluminada urbe.
-Se matan entre ellos, y en su camino destruyen, queman y construyen sobre ella, para volver a derruir y construir, derruir y construir… Dolor, muerte. Oigo como agonizan las víctimas de las guerras, las víctimas del hambre mundial, las víctimas de las infecciones letales y los lloros de las pérdidas ajenas. ¿Madre también quería que escuchase todos sus lamentos?
-Madre confiaba en ti, por eso te ofreció la tarea más difícil a ti. Ella también llegó a tener esperanza en ti, pero se terminó dando cuenta de su error. Además, yo también trabajo duro para preservarla.
-Déjame librarte de tu tarea pues, Esperanza – se giró. El bastón había desaparecido y en su mano una daga curvada de empuñadura del color de la sangre.
-Víktor… no lo hagas. No tienes ni idea de lo que vas a hacer… Condenarás a todo lo que alguna vez quisiste proteger. No lleves la balanza hacia tu lado, debemos estar juntos, debemos esperar a que todo siga su destino.
-Pienso coger las riendas de esto. No pienso dejar que la humanidad siga destruyendo la tierra, a nuestra madre. Con esta daga pienso vengar todo el daño que le han hecho, y para ello…Esperanza, debo acabar contigo – pronunció clavando su daga en el vientre de la joven – Perdóname, hermana, pero como puede comprobar, nunca fui un observador. Tu sacrificio nos salvará a todos…
-Víktor…acabas de arruinar todo el trabajo de millones de siglos de Madre… Acabas de condenar todo lo que alguna vez existió… solo… - intentaba vocalizar mientras un hilo de sangre caía por su comisura – solo… queda muerte para ti. La desesperanza de todas las almas te consumirá y Madre morirá…
Esperanza cayó contra el suelo, y quedó inerte sobre un charco de sangre. A su vez, su hermano soltó la daga y pudo observar por fin su obra maestra, su maqueta incompleta: el fin del tormento de la tierra, el fin de la peor plaga que jamás existió, el fin de las personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario