Destripémonos. Busquemos el punto de inicio y final. Seres humanos formados por células, por orgánulos, por moléculas, átomos, partículas… Conexiones más profundas que el mismísimo infinito. Condicionados por un orden óptimo casi perfecto, y aún así, tendemos al desorden.
Orden creador de caos.
Tanto que ver y descubrir… La humanidad somos una maldita mota de polvo en el fondo del desván. Eso es lo que deberían enseñarnos desde jóvenes, que no somos nada, y que todos estamos dentro de ese inmenso mar, arrastrados por la marea. A partir de ahí, es cuando se puede hablar de personas. Falta conciencia, nos faltan vacunas contra la estupidez.
Igual que la madera se termina convirtiendo en polvo, nuestros sentimientos y experiencias lo harán con nuestro cuerpo, a menos que lleguemos a compartirlos con alguien.
miércoles, 13 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
Reminiscencia
Vuelve a remover mis entrañas. Intenté olvidar, enterrar. Nada sirve, nada puede contra lo que me aprisiona, mártir de instintos que debo condenar. Tuve mi respiro, pero esta enfermedad es incurable.
¿De eso se trata? ¿Sufrir para entender? No consigo descifrar el misterio del apasionado sentimiento. Pequeños detalles que te hacen maquinar, que te hacen soñar, y se quedan en un suspiro cuando ya no queda nada en lo que te puedas agarrar.
Arremete contra mi apilada muralla.
Su contacto, su mirada, su presencia.
Detesto ser esclavo de esta cárcel de pasiones.
¿De eso se trata? ¿Sufrir para entender? No consigo descifrar el misterio del apasionado sentimiento. Pequeños detalles que te hacen maquinar, que te hacen soñar, y se quedan en un suspiro cuando ya no queda nada en lo que te puedas agarrar.
Arremete contra mi apilada muralla.
Su contacto, su mirada, su presencia.
Detesto ser esclavo de esta cárcel de pasiones.
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